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Remedios caseros para los cálculos biliares o piedras en la vesícula

Remedios caseros para los cálculos biliares o piedras en la vesícula

La bilis es un líquido espeso, amarillo verdoso y amargo, producido por el hígado y almacenado en la vesícula biliar.

Está formado básicamente por agua (95%) a la que se añaden diversos compuestos químicos como sales, pigmentos y colesterol. Su función es la de colaborar en la digestión de los alimentos, especialmente las grasas, para que puedan ser absorbidas correctamente en el intestino.

Las células del hígado producen esta sustancia de forma continua y la vierten a unos pequeños canalículos existentes entre ellas; estos canalículos confluyen a su vez en canales cada vez mayores hasta desembocar todos en el conducto hepático común o vía única de salida de la bilis del hígado.

Este conducto hepático común pasa a denominarse colédoco cuando se le une lateralmente el conducto cístico, que es por el que discurre la bilis que se almacena o se expulsa de la vesícula biliar. El colédoco sigue su trayectoria descendente hacia el duodeno y poco antes de su desembocadura en el mismo recibe lateralmente al conducto de Wirsung o conducto de salida del páncreas.

El ritmo de producción de bilis es de un litro diario aproximadamente y gran parte de las sales biliares que se vierten son recuperadas por el propio hígado para comenzar de nuevo su producción.

La vesícula biliar es un depósito situado por debajo del hígado que acumula la bilis y la reserva para cuando sea necesaria durante la digestión (las propias grasas estimulan su vaciamiento), aunque ésta fluye también directamente desde el hígado a través del colédoco hacia el duodeno o primera porción intestinal, sin necesidad de pasar por la vesícula. Se la podría considerar como un vestigio del cuerpo humano, útil en una época previa a la civilización en la que los hombres comían grandes cantidades de alimento en pocas horas (cuando cazaban) y luego pasaban largos periodos de ayuno.

Esta dolencia consiste en la formación de cálculos o «piedras» que se acumulan en la vía biliar pudiendo llegar a obstruir parcial o totalmente ésta y producir distintas patologías según su localización. Estos cálculos pueden ser de diferente naturaleza:

• Cálculos de colesterol puro: formados exclusivamente por esta sustancia y que suelen ser únicos y de tamaño grande.• Cálculos mixtos: formados por colesterol, bilirrubina y calcio, más pequeños y generalmente múltiples y agrupados en una región concreta de la vía biliar. Son los más frecuentes.

• Cálculos pigmentarios: formados principalmente por bilirrubina. La litiasis biliar es una enfermedad muy frecuente en la actualidad, que puede llegar a afectar incluso a un 20% de la población aunque en muchos de los casos curse de manera inadvertida por el individuo; en los adultos mayores y en los ancianos estas cifras son aún más elevadas. Existe una mayor incidencia de esta enfermedad en las mujeres frente a los hombres.

¿Por qué se producen los cálculos biiliares?

Aunque no sea un proceso plenamente conocido, se sabe que la formación de cálculos biliares responde a la acumulación de una serie de desencadenantes que actúan en este sentido con una mayor o menor influencia:

• El exceso de colesterol en la bilis, que no se produce paralelamente al aumento de colesterol en sangre sino más bien al de los triglicéridos, favorece la formación de este tipo concreto de cálculos, así como la obesidad, la pérdida rápida de peso y ciertos tratamientos farmacológicos (por ejemplo, los estrógenos empleados durante la menopausia).

• La alteración en la composición de la bilis en cuanto a las sales biliares, especialmente su menor concentración porcentual en el total de la misma, favorecen también la aparición de esta enfermedad.

• El exceso de bilirrubina por un defecto de su metabolismo (a veces secundaria cirrosis o infecciones hepáticas) también puede desembocar en la producción de cálculos de tipo pigmentario.

• De forma general las alteraciones de la vesícula, tanto en su forma como en su funcionamiento, predisponen a la aparición de esta enfermedad.

Se podría resumir por tanto que la litiasis biliar es un proceso lento que ocurre de forma secundaria a diversos trastornos de la composición de la bilis sobre una vesícula predispuesta por su mal funcionamiento.

¿Cuáles son sus síntomas?

Más de la mitad de los cálculos que se detectan mediante diferentes técnicas diagnósticas no se acompañan de sintomatología alguna y pasan inadvertidos para el individuo. En otros casos sin embargo, la litiasis biliar es responsable de ciertos cuadros como los siguientes:

Dispepsia Consiste en la aparición de molestias y sensación de pesadez tras las comidas, especialmente si éstas son muy grasas, que se debe en muchos casos, aunque no siempre, a una mala circulación de la bilis por la presencia de cálculos en las vías que la transportan al intestino.

Cólicos biliares Es la forma más habitual que tiene la litiasis biliar de presentar complicaciones y consiste en la dilatación o distensión de la vesícula biliar o de la vía biliar como consecuencia de una obsna tracción transitoria de la misma por el encla-vamiento de un cálculo.

Se produce un dolor intenso localizado en la porción superior derecha del abdomen que puede extenderse hacia el resto del mismo o hacia la espalda y que aparece o se agrava de forma típica durante el periodo nocturno. Este dolor se acompaña de una sensación de malestar general con náuseas y vómitos, y con frecuencia el individuo se ve obligado a acudir a un servicio de urgencias, sobre todo si es el primer episodio.

Se trata de un cuadro autolimitado que cede espontáneamente a las pocas horas, cuando cesa la obstrucción bien porque se destruye el cálculo o bien porque éste avanza hacia una región de la vía biliar más ancha o es expulsado. Ciertos analgésicos y antiinflamatorios pueden ser útiles para calmar las molestias aunque, como en todo dolor abdominal, deben ser empleados con prudencia para no enmascarar o disimular el agravamiento del cuadro o la presencia de otras patologías no detectadas en un primer momento. Si el dolor no cede en un tiempo razonable de diez o 12 horas debe investigarse la aparición de complicaciones o de otros cuadros asociados.

Colecistitis agoda Consiste en un cuadro de tipo inflamatorio de la vesícula y de la vía biliar cercana a la misma debido, en la mayoría de los casos, a la obstrucción persistente de esta última por un cálculo en el conducto cístico.

Esta obstrucción favorece la infección aguda por determinadas bacterias, lo que se traduce en la aparición de fiebre y aumento de los leucocitos en la sangre, además de los síntomas ha- -bituales del cólico biliar como dolor, náuseas y vómitos; en ocasiones se acompaña de ictericia o tinte amarillento de piel. En cierto modo podría considerarse como una apendi-citis pero en la vía biliar.

Remedios caseros

Remedio casero para los cálculos en la vesícula #1: Tomar, de forma diaria, una cucharada de aceite de oliva, diluida en el zumo de un limón pequeño, ya sea por la mañana en ayunas, o media hora antes del almuerzo.

Remedio casero para los cálculos en la vesícula #2: Verter 30 g de raíz de gatuña y 30 g de marrubio negro en medio litro de agua y hervir por 10 minutos. Dejar reposar, colar y tomar a lo largo del díal

Remedio casero para los cálculos en la vesícula #3: Verter 15 g de milenrama 15 g de romero, 15 g de tomillo en 1 litro de agua y hervir por 15 minutos. Dejar en reposo, colar y distribuir en 6 partes a tomar durante 3 días, a razón de 2 veces al día. La cura es de 6 días por semana durante 5 semanas, es decir, 30 días en total.

Remedio casero para los cálculos en la vesícula #4: Hervir para reducir de 2 litros a 1 litro, 100 g de rizoma de grama de las boticas y 50 g de flores de maravilla ) colar y añadir 50 g de hojas de fresno y 25 g de Combretum (estimula las secreciones biliares). Dejar hervir de nuevo durante 5 min, colar, distribuir en 8 partes a tomar durante 4 días, a razón de 2 veces diarias; la cura es de 4 días semanales, durante 6 semanas consecutivas, es decir, 24 días.

Remedio casero para los cálculos en la vesícula #5: Hervir para reducir de 2 litros a 1 litro, colar y añadir 60 g de hojas y flores frescas de maravilla y 40 g de hojas de fresno Dejar hervir de nuevo durante 5 minutos y añadir 15 g de boldo. Colar y distribuir en 8 partes a tomar durante 4 días, a razón de 2 veces diarias; la cura es de 4 días semanales durante 6 semanas, es decir, 24 días.

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