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Remedios caseros para el mal olor de los pies

La transpiración es el resultado de una función que permite al organismo refrescarse. Es importante observar que la cantidad de transpiración o sudor que se segrega depende no solamente del calor externo sino también del metabolismo interno y de las emociones como el estrés, miedo, ansiedad entre otras

Muchas personas consideran que la transpiración es la causante del mal olor especialmente en los pies. Sin embargo, no es así.

El verdadera problema es la humedad que propicia un medio apropiado para la multiplicación y descomposición de las bacterias, normalmente presentes en la superficie de la piel, causando mal olor.

Remedios caseros

Existen simples remedios caseros que pueden eliminar fácilmente el mal olor de los pies como los siguientes:

Remedio casero para el mal olor de los pies #1: Disolver una cucharada de bicarbonato de sodio en un litro de agua. Remojar los pies en esta solución dos veces a la semana durante unos15 minutos en cada ocasión. Igualmente, puede utilizarse el bicarbonato de soda combinado en partes iguales con maicena para empolvar los pies con el fin de desodorizar y absorber la humedad.

Remedio casero para el mal olor de los pies #2: Añadir media taza de vinagre en un litro de agua. Remojarlos pies en esta preparación durante 15 minutos dos veces por semana.

Remedio casero para el mal olor de los pies #3: Cortar una hoja de aloe vera y masajear el contenido tipo gel transparente en los pies cuatro veces por semana.

Remedio casero para el mal olor de los pies #4: Aplicar alcohol de fricción en los pies limpios y secos para disminuir la transpiración y el mal olor.

Remedio casero para el mal olor de los pies #5: Rociar salvado del molinero seco, avena seca u hojas molidas de salvia seca a los zapatos como desodorantes.

Remedio casero para el mal olor de los pies #6: Remojar los pies de10 a 20 minutos dos veces diarias en una solución de acetato de aluminio.

Remedio casero para el mal olor de los pies #7: Hervir tres cucharadas de cola de caballo en una taza de agua por 5 minutos. Dejar enfriar y agregar agua para un baño tibio de pies de15 a 30 minutos de dos veces diarias.

Remedio casero para el mal olor de los pies #8: Poner a hervir tres o cuatro bolsitas de té negro en un litro de agua durante diez minutos, añadir suficiente cantidad de agua fría para entibiarlo e introducir los pies en remojo durante aproximadamente 20 o 30 minutos y luego aplicar una buena cantidad de talco o maicena en los pies. Se recomienda hacer este procedimiento dos veces diarias hasta notar que hay mejoría. Posteriormente, repetir el procedimiento dos veces a la semana para evitar que el olor vuelva a presentarse.

Remedio casero para el mal olor de los pies #9:

Poner a remojar los pies que muestran sudación excesiva enuna solución de media taza de sal Kosher (sal común de cocina o sal de mar más gruesaque la sal común de mesa) en un de agua.

Remedio casero para el mal olor de los pies #10:

Darse baños de pies alternados de agua caliente y de agua fría. Luego prepararse otro baño depies con cubos de hielo y jugo de limón.

Por último, frótese los pies con alcohol para refrescarlos y secarlos. Este baño no se recomienda a los diabéticos oa quienes tienen problemas circulatorios

Remedio casero para el mal olor de los pies #11: Poner en un puchero grande, 6 litros de agua a hervir, retirar del fuego y añadir 1/2 taza de hojas de romero. Tapar y dejar macerar durante 30 minutos. Colar la infusión y verter en la bañera o tina para los pies. Añadir 1/2 taza de bicarbonato y 10 gotas de aceite del árbol del té y menear los pies para mezclar. Remojar los pies durante quince o veinte minutos. Secar con una toalla y a continuación aplicar una crena hidratante.

Conoce más remedios para el mal olor de los pies que son fáciles de elaborar en casa..

Consejos, recomendaciones y trucos

para ayudar a combatir el mal olor de los pies

Existen varias recomendaciones para combatir el mal olor de los pies como los siguientes:

Lavar los pies con frecuencia. Lavar con agua caliente y jabonosa los pies varias veces al día si transpira mucho o si despiden olor. Luego debe frotarse con un cepillo suave, también entre los dedos, y secarlos muy bien.

Ponerse talco en los dedos. Se recomienda, después de lavarse, aplicar un poco de talco para pies o fécula de maíz.

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Cambiar las medias a menudo. Se aconseja cambiarse hasta tres o cuatro veces al día, y usar siempre las medias de fibras naturales, como algodón, que son mucho más absorbentes que las sintéticas.

Ponerse dos medias a la vez. También puede reducir la transpiración el uso de dos pares de medias a la vez. Aunque pareciera a primera vista contradictorio, los espacios de aire que se forman entre las dos capas de material mejoran la ventilación. En este sentido, se debe usar las medias de algodón inmediatamente junto a la piel y un par de medias de lana en el exterior.

Usar los zapatos adecuados. Los zapatos cerrados agravan el problema y crean el medio perfecto para que crezcan las bacterias, lo que causa más olor y más sudor. Por ello, se debe seleccionar sandalias y zapatos de puntas descubiertas cuando las circunstancias lo permitan. Igualmente, se debe usar zapatos de materiales porosos (cuero o tela) y evitar los de caucho y plástico, que no permiten que los pies respiren fácilmente. No se debe usar los mismos zapatos dos días seguidos, pues tardan al menos 24 horas en secarse por completo.

Mantenerse tranquilo. Las glándulas sudoríparas de los pies, las cuales son muy parecidas a las de las axilas y a las de las palmas de las manos, tienen, también, una tendencia a responder a las emociones o tensiones. Si una persona sufre de estrés, puede desencadenar una sudación excesiva, lo que a su vez puede incrementar la actividad bacteriana dentro de los zapatos y producir más olores. Por ello, se recomienda controlar las emociones.

Lavar frecuentemente las zapatillas atléticas. Debido a que cuando se realiza ejercicio todo el cuerpo suda incluyendo los pies lo más probable es que las zapatillas atléticas estén húmedas. Para evitar la proliferación de las bacterias se aconseja lavar las zapatillas atléticas con frecuencia y no usarlas hasta que estén completamente secas.

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