Trucos para proteger objetos y documentos valiosos

Todos tenemos objetos valiosos no sólo por la cuantía económica que puedan representar sino, en muchas ocasiones, por el recuerdo sentimental que encierran.

Sin embargo, es necesario saber cómo proteger estos objetos, ya que pueden deteriorarse con el tiempo e incluso perderse.

Existen trucos caseros que tienen como fin proteger y conservar estos objetos.

Trucos para proteger los documentos

Organizar un cajón de archivo con carpetas para mantener todos los papeles en orden. Etiquetar una carpeta con el nombre “papeles importantes”, para poner fotocopias de los documentos que pueda necesitar como acciones y bonos, licencia de matrimonio, certificado de nacimiento y otros documentos legales (escritura de hipoteca, y copia del testamento), plan de pensiones, pasaporte, inventario de los bienes del hogar, etc., y una lista de donde puede encontrar los originales como, por ejemplo, la caja fuerte en un banco.

Etiquetar una segunda carpeta con el nombre “tarjetas de crédito”. Fotocopiar cada tarjeta que tenga en la billetera, ya que una copia es la forma más segura para no equivocar el número cuando llama a denunciar la pérdida.

Mantener, junto con los papeles importantes, una libreta con una silueta de cada llave importante, la de la casa, el carro y cualquiera otra. Cuando encuentre llaves perdidas, poniéndola sobre la silueta, rápidamente descubrirá dónde pertenece.

Trucos para proteger y cuidar fotografías

Utilizar sólo álbumes que estén elaborados con plásticos sin cloruro de polivinilo como poliéster (Mylar), polietileno, polipropileno, triacetato y Tyvek, ya que éstos no deterioran las fotos.

Guardar fotografías sueltas en archivos de tarjetas de 3 X 5 ó 4 x 6, que las mantienen ordenadas con poco trabajo. Utilice los divisores de cartón para poner las fechas. Usar archivos de metal, ya que los de madera, madera prensada, aglomerados y cartones, producen vapores que dañan las fotografías.

Guardar los negativos y transparencias en archivos de acero, acero inoxidable o cajas de aluminio, o álbumes de archivo que no tengan cubiertas de polivinilo o en hojas de papel tratado, libres de ácidos (no en papel marrón ni en vidriados).

Trucos para conservar la ropa

No guardar las prendas sucias, ya que, con el tiempo, algunas manchas se vuelven más difíciles de remover.

Tener cuidado a la hora de lavar prendas que se guardarán. Enjuagar bien para retirar cualquier traza de detergente que pueda causar cambios químicos. Lavar todo en agua blanda para evitar el amarilleo y las manchas de óxido. No almidone los artículos que va a guardar porque el almidón es corrosivo.

Cubrir, mediante bolsas de muselina o una sábana, las prendas para evitar la humedad, polvo, moho, bacterias y humo.

No guardar telas finas, cuero o gamuza en plástico. El plástico corta la entrada de aire, y el cuero y la gamuza se secan y las telas se degradan y desintegran.

Guardar en una percha de madera acolchonada con un trozo tela de algodón limpio y sin blanqueador los vestidos de bodas. Para que los hombros no se dañen por el peso del vestido, se debe coser unas tiras de algodón a la cintura y colgarlas en la percha por debajo de los hombros. Rellenar las mangas con papel de seda libre de ácidos.

Envolver y rellenar con papel de seda libre de ácidos los vestidos de bautismo. Luego, guardarlos en una caja plana forrada con papel de seda libre de ácido. Hacer la menor cantidad de dobleces posible.

Trucos para proteger y conservar la mantelería

Enrollar sobre tubos de cartón de los que sobran del papel de regalo y amárrelos con cintas para mantenerlos en su puesto cuando se ponen dentro de la alacena. Los manteles de fiesta y las servilletas que se usan una sola vez al año, pueden ser planchados, enrollados, envueltos en papel de seda y puestos dentro de una caja de palos de golf.

Doblar varias veces, cada cierto tiempo, la mantelería que se dejan en los estantes, porque tienden a desintegrarse o a amarillearse por el doblez. Para envolverlos, usar papel libre de ácido.

Truco para proteger y conservar las pieles

Guardar las pieles en frío para evitar que se sequen, se decoloren gradual o se llenen de polillas.